El desafío
En todos los procesos industriales, el agua pura es clave. Si los contaminantes, como el sílice, permanecen en el agua, pueden introducirse en el ecosistema de la maquinaria y causar daños cuya reparación puede resultar costosa y lenta.
Nuestro cliente de tratamiento de agua de Ciudad de México se enfrentaba exactamente a este reto. La entrada de agua de su unidad de ósmosis para el pretratamiento del agua tenía un alto contenido de sílice acumulado. A pesar de sus esfuerzos, no podían eliminar o mantener dispersa la sílice. Y debido a limitaciones presupuestarias, no pudieron instalar un proceso de intercambio iónico que también habría ayudado a erradicar la sílice.